El nuevo prefecto llega

Un día oscuro, se podría decir que las nubes empezaron a amenazar a los seres que vivían bajo de este, amenazándoles de una gran tormenta…
Pero mientras, tenía que darse prisa antes que la tormenta llegase y le empapase.
Caminó con algo de tranquilidad, no es que quisiera mojarse pero tampoco tenía ganas de llegar a aquel lugar… Llegar a aquella academia… Era extraño, mira que enviarle a un sitio igual…

Resopló y bajó un poco la cabeza, mientras que arrastraba los pies, a la vez que sostenía entre sus manos las maletas, preparado para instalarse en aquel nuevo lugar.
De nuevo, sus luceros se deslizaban de un lugar a otro, no podía evitar que igualmente se sentía… Curioso por lo que había por allí.

Así que mientras caminaba observó en la entrada una gran limusina, cual alzó una ceja a la vez que se le quedaba mirando a la persona que salía de esta, al parecer… Alguien de buenos “modales”
Resopló y de nuevo continuó con lo suyo, pero no tardó en pararse delante de la puerta de entrada, ¿qué habrá dentro? Más bien… ¿Qué tendrá que hacer, tendrá que ir a un lugar especifico?

Ladeó el rostro, indeciso si entrar o quedarse allí… Bueno, aun que… Lo más normal es que entrase dentro.
Frunció un poco el entrecejo ante ello, bueno, qué más da, mejor entrar que quedarse allí de pie sin hacer nada…
Pero… En cuando iba avanzar notó un pequeño peso sobre su hombro, a la vez que se dio un sobresalto por ello, giró un poco la cabeza, observando al responsable de aquella mano por encima del hombro.

Era el mismo que el de la limusina… Se le quedó mirando para después parpadear. –Eh… Buenos días…- Murmuró casi en un hilo de voz. –Bueno…- Susurró de nuevo ante su pregunta, claro, ahora podría aprovechar para decirle donde tenía que ir exactamente…
Pero no antes de presentarse ya que el otro lo hizo, cual llegó a inclinarse un poco, haciendo así una sutil reverencia. –Mi nombre es Kagamine Len.- Se presentó de forma “correcta”

-Y bueno… ¿Podría decirme donde tengo que ir exactamente?- Preguntó alzando una ceja en espera de la respuesta del mayor.

Deslizó su mirada hacía el brazo del otro, observando como este le ofrecía pero no hizo gesto alguno de aceptarlo, más bien se lo quedó mirando, supo a que se refería, pero no aceptaría, claro que no… Parpadeó y tan solo negó con el rostro, dandole a entender que no le cogería por mucho que estuviera así.
No sé, se sentíria extraño si le agarraba de esa forma… Así que mejor no… Mejor ir normal, como todos hacían.

-Mis compañeros… ¿Y cómo sabré quienes son?- Le preguntó observandole con su azulada mirada, bueno, quizá preguntandoles, pero no era “plan” de ir detrás de cada uno preguntandole… Es más, ¿el servicio de habitaciones como sería…?
Curvó un tanto sus labios confuso, tenía varias preguntas por que hacer….

>> Oye perdona que no ponga la letra correspondiente de .... -**anos** este teclado esta raro xD<<

Kaname sonrie levemente ante el comentario de pequeno, guardo cierto respeto de su espacio personal, entendia la situacion que se encontraba y que no seria un chico facil asi que bajo su brazo a su altura normal para verle directamente a sus ojos
- Muy facil... miraras a tus companeros en el cuarto, depediendo de tus anos, sera el ano a quien te asigne, por ejemplo yo tengo 18 anos, estoy en 3 ano, se te asignara un companero de cuarto y obviamente, tendras un horario, cada profesor dara clases al ano correspondiente, si quieres podemos caminar hablando, sastifacere tus preguntas.....
Cierra los ojos subitamente doblando un poco su cuello para que este lo siguiera esperando la reaccion del chico

{Nah, no te preocupes xDDD}

Se quedó mirando aquella sonrisa que el otro había formulado, de tal forma que ladeó el rostro alzando una ceja ante ello.
Pero una vez que escuchó su explicación fue asintiendo medida que iba entendiendo todo aquello.
Bueno, sí que era fácil, así que no habría problema para ello. –Y, ¿eso lo tienes que apuntar a algún sitio?- Preguntó alzando de nuevo una ceja, en espera de su respuesta
Al poco rato observó aquella señal cosa que no tardó en seguirle con maleta en mano, yendo a un lado de este mientras que le miraba desde el rabillo del ojo. –Si sabes todo eso es que ya hace tiempo que estas, ¿me equivoco?- De nuevo preguntó esperando su respuesta mientras que iba a su mismo paso.