Perdido en la inmensidad de la escuela [Privado]

Después de un terrible y aburrido día las clases ya habían terminado, para terminar con algunos apuntes y ponerse al día se quedo después de hora en el salon. Aún no estaba oscuro, pero el sol comenzaba a ponerse, creyo que ya era suficiente por hoy. Len se levanto del pupitre en el que estaba y comenzo a guardar sus cosas en la mochila. Pronto se percato de que a esas horas ni un alma se encontraba en esos lugares, es como si los alumnos se escaparan de allí xD. No dió mucha importancia a ello, ya que él también quería salirr de ahí lo mas rapido posible, preferia un lugar con campañia y personas con quien charlar.
Al fin salió del salon y comenzó a caminar por los corredores, pero no había salida, solo salon tras salon tras salon. "Diablos" Se había perdido otra ves, aún no lograba acostumbrarse a ese enorme lugar.
"¿Y ahora donde?" Se preguntaba asomandose puerta por puerta esperando encontrar una salida.

Nada. No había manera de dar con el lugar correcto, lo que le hacía desear arrancar a llorar o patear cuanto viera para abrirse camino mediante su personalidad más hostil, esa, que justo ahora que necesitaba de sus sarcásticos comentarios parecía dormir en lo más profundo de su mente. No hablaba. Irok sin duda había desaparecido. Quizás por que no estaba lo suficiente alterado o asustado cómo para que éste se diese a escuchar; No importaba. Sabría salir de esos callejones que llevaban a aulas vacías por si mismo. No le necesitaba... ¿Verdad?

Hizo un pequeño mohín asustado cuando de entre las ya prominentes sombras de los pasillos una sombra de carácter alargo se acercaba a su dirección. A esas horas los alumnos salían despavoridos en direcciones distintas del recinto; comedor, cuartos... ¿Quién iba a quedarse entre las clases?. Se mordió el labio inferior e intentado no hacer un ruido que provocase que el otro le viese dio un pequeño paso hacía atrás.

Paso que provocó que la madera crujiera bajo él y por su cuenta, soltase un grito ahogado por el pequeño susto que eso le provocó. Por mera reacción infantil se cubrió el rostro en espera a que ésa cosa que no sabía lo que era se lanzase sobre si.

Si no quería seguir perdiendose de esa forma iba a necesitas un mapa del colegio, quizás en la biblioteca podría conseguir uno... Aunque en esos momento ya era un poco tarde para pensar en eso.
Len siguió caminando por los corredores con la mochila al hombro y en su mano izquierda su apreciado violin. Comenzaba a desesperarse ya que cada vez que salía de un corredor entraba a otro que llevaba a más aulas. "Diablos" Pensaba apresurando el paso cada ves más, no estaba asustado, solo apurado por encontrar la salida.
Antes de girar en la esquina del siguiente corredor se detubo al escuchar el crujir de la madera, como si alguien pisara el suelo. Había escuchado hablar que en el colegio ultimamente sucedian cosas extrañas, pero él no creía en esas cosas... ¿O quizás sí? Sin importarle lo que fuese siguió avanzando hasta que escucho un pequeño grito. Se detuvo en ceco ¿Alguien estaría en apuros? Eso lo hizo avansar más rapido para después terminar encontrandose con un pequeño. Le encontro con el rostro cubierto y su cuerpo algo encogido, como si estuviese asustado.
-¿Estas bien?- Le pregunto esperando a que se descubriera el rostro. No se le había cruzado por la cabeza pero tal vez de quien se había asustado era de él.

Los pasos se acercaban e Irok parecía que no se dignaría a prestarle un poco de la serenidad que en ése momento necesitaba. Tenía miedo. Sabía de la existencia de cosas extrañas en la escuela y aunque no supiera contrastarlas a hechos sucedidos, sabía que lo ocurrido allí no siempre era normal. Una fuerza extraña rodeaba y engullía a las sombras el colegio... Esa era razón por la que temer.

Expectante a los sonidos se quedó encogido en su posición, protegiéndose la cabeza con los brazos y temblando cual hoja de papel al viento. La pregunta mentada por sin duda un humano le hizo mirar por entre el nudo formado de sus brazos y con expresión inerte se quedó observando a ése que de la nada había acudido a su rescate. Obviamente, no sabía que él había sido el causante de su temor inicial. Asintió una sola vez y sus brazos, aún temblorosos decidieron bajarse para de ése modo quedarse a los lados de su figura. Intentaría aparentar normalidad; Sólo lo intentaría.

Odiaba la profundidad de los pasillos, odiaba su dotada forma de perderse... Avergonzado, bajó la cabeza en dirección a sus propios pies, cómo si de repente estos tuvieran algo interesante que ofrecerle, y es que los preocupados ojos del sin duda, mayor que él, le habían provocado cierto sentimiento extraño. – No pasa nada. Gracias... – Su voz sonó débil, pero con el carisma infantil que su tino siempre poseía.

No había sido nada más que un niño, nada de una entidad maligna ni un fantasma ni una bruja, algo desilusionante, a pesar de no ser creyente en esas cosas tenía la mente abierta y ciertamente le gustaria ver algo así con sus propios ojos. Aún así encontrar al aquel menor seria lo mejor que le pudo pasar, compañia ahora que el sol se ocutaba era lo mejor que podia pedir.
-Lo siento. Te asuste ¿Verdad?- Convensido de ello no hacia falta una respuesta, la proxima ves debería ser mas cuidadoso.

-Disculpa... Este- Odiaba adminitirlo. -Estoy algo perdido. ¿Sabes donde esta la salida de esto?- Preguntó llevando su brazo libre detras de la cabeza para revolver sus propios cabellos con una sonrisa en sus labios. Ese fragil pequeño era su unica esperanza.

Negó rápidamente a las disculpas de Tsukimori con un rápido movimiento de sus dos palmas. Era obvio que no admitiría el miedo inicial que tuvo cuando los sonidos se hicieron presentes entre los desérticos pasillos; Tampoco había razón de expresarlo a viva voz.

- Ah... ¿Tampoco sabes regresar? – Su expresión relajada volvió a rozar el pánico; Estaban perdidos. No sólo él si no aquel que sin duda era mayor también... gimió débilmente en su fuero interno. Al parecer, no conseguirían llegar a las habitaciones. Quizás y con suerte se hiciera pronto de día... Sonrió a modo de disculpas. Supuestamente debería saberse ya las instalaciones... Pero torpe cómo era, no lograría aprendérselas jamas.