Y como profesor tenemos a.. Ban Midou

Un día esplendido para poder estar de un lado a otro, por aquellas calles se encontraba un pequeño niño de orejas y cola zorrunas, caminaba mirando su alrededor con mucha intriga, se podría decir que curiosa mientras que sus manos se situaban detrás de su espalda, cogidas mutuamente, llegando a entrelazar sus propios dedos con su mano contraria.
Pero en su rostro se podía ver perfectamente un cambio, sus ojos azulados se entrecerraron, mostando esta vez señal de preocupación.

Mientras fue caminando siguió mirando su alrededor, como si estuviera buscando a alguien que no encontraba por esos lares.
Condujo su dedo índice sobre sus labios, empezando a poner algun que otro puchero en su rostro.
Sus pequeños pasos siguieron y acabaron por entrar en la entrada de la academía, allí había mucha gente… ¿Podrá encontrarle?

Parpadeó y avanzó con un aire más acelerado que antes.
Miró a su derecha hasta que… Un sutil golpe se dio, se había chocado contra algo, se cayó al suelo de espaldas mientras que se quejaba ligeramente. –Kyu…- Susurró suavemente sobandose la cabeza con su menuda mano.
Abrió sus parpados y se encontró delante a un hombro de cabello negro cual este estaba fumando…

Se quedó mirando a aquel hombre parpadeó e inclinó un poco su cabeza para después observar cómo le tendía la mano, se quedó mirando esta misma pero no tardó en imitar al mayor, extendió su mano y agarró la del contrario, ayudándose con esta a incorporarse de nuevo.
Una vez levantado del suelo se sacudió la ropa para la suciedad que poseía una vez que ya había estado en el frío suelo.

Condujo sus luceros azulados hacía el otro, para después dibujar una pequeña y simple sonrisa en sus rosados labios. –Kyu.- Pronunció suavemente a la vez que inclinaba un poco la cabeza hacía delante, como si fuese una reverencia pero algo torpe… Aquella era su manera de dar las gracias, algo raro pero que se le iba hacer.
De nuevo, miró a su alrededor, en busca de alguien pero que no conseguía hallar.
Entrecerró sus parpados y miró al otro. –Kyu…- Masculló cambiando su semblante a uno algo más apenado.

Se acercó un poco más al mayor, llegando a agarrarle de la camisa y tirando suavemente de esta. –Kyu…- Volvió a decir, era fastidioso tan solo decir eso, esperaba que le entendiera…
Quería decirle que si le podía ayudar a encontrar a cierta persona, pero sería muy difícil tan solo haciendo señas.

Se fijó como este levantaba la mano hacía él, la reacción que tuvo fue cerrar sus parpaos con fuerza, quizá le iría a golpear, pero… Se equivocó tan solo sintió una leve caricia, sus orejas zorrunas se movieron un tanto ante aquel contacto, quien lo diría, pero aquella caricia no duró apenas segundos, cosa que ya no la sentía encima de él.
Miró atentamente las acciones del mayor, ¿qué haría? Ladeó la cabeza, observando cómo se miraba aquel objeto de su muñeca.

Y entonces… ¿Se marchaba? Pero por suerte ya se encontraba agarrado de su camisa blanca, tirando suavemente de ella, como si quisiera llamarle la atención.
En cuando lo logró señaló hacía un lugar inconcreto, y en cuando escuchó su última pregunta asintió con el rostro, no perdió nada, pero si estaba buscando, ¿o quizá se había perdido?
Bueno que más daba… Solo asintió mientras que volvía a repetir aquella pequeña palabra, cual surgieron de sus labios mientras que seguía mirándole, esperando quizá alguna respuesta.

Aun que, puede que el otro tenga prisa, quiera irse o algo…. Así que supongo que tendría que apañárselas solo…
Sin más bajó un poco el rostro, a la vez que aquellas extrañas orejas que poseía sobre su cabeza, mientras que el agarre ya no era tan fuerte que antes.