Sex is in the air..~ {.Privado, Unico y Exclusivo.}

Tras haber presentado sus papeles en la Direccion, y sin intencion alguna de asistir aun al cuarto que le habia sido asignado, paseo distraido por toda la enormidad del lugar, libre de cargas ya que un mayordomo personas habia hido a dejar sus valijas a dicho cuarto.
Paseaba lentamente por los pasillos de aquella gran construccion, con las manos dentro de los bolsillos de su pantalon de cuero, llevaba un largo abrigo de leopardo y , al igual que su pantalon, una camisa de color negro.

En su paseo, mas de alguna cosa llamo su atencion... Chicos besandose abiertamente tras maquinas de gaseosas, otro fumando por ahi... Algunos llendose incluso de a tres a salones de clases vacios...Todo eso podria ser consideraro mas que anormal en una academia comun y corriente, pero en ese lugar al parecer era pan de cada dia... - Si que les hace falta alguien que los eduque.- Comento para su mismo en lo que caminaba distraidamente, con su larga melena tras el, la cual apenas se movia por el roce que el viento otrogaba a caminar. No podia esperar a dar sus primeras clases... Quien sabe cuando chico interesante encontraria ahi. Pero, si...habia un pero... En aquel lugar no habia NADA de pechos; Esa seria su unica complicacion en aquel lugar lleno de hombres, de chiquillos inocente y otros promiscuos

Maldijo y profanó a los siete vientos el nombre de su profesor de alguna de sus signaturas. ¿Cuál? ¡Él que mierda sabía!. Por culpa de no llevar el uniforme siquiera le había dejado entrar en el aula y por más que le explicó que él era un alumno de intercambio y que por ende aún no se lo habían confeccionado el mentado maestro decidió expulsarle del aula sin más.

Tampoco iba tan ... Distinto. Su camisa era negra al completo, ajustada si más no, y una de las mangas estaba decorada por un serial de rombos de colores rojos y blancos. Sí, aceptaba que tal vez el collar que portaba no era oportuno para un colegio dónde los niños eran todos unos irremediables adinerados; ¿Pero qué joven no había llevado nunca chapa colgada del cuello con palabras obscenas?. Tsk. Pantalón de cuero y zapatillas normales. ¿Tanto destacaba?.

A las parejas escondidas a los rincones que miraban hacía él con un deje curioso o bien, les lanzaba insultos o sencillamente les hacía un bonito y perfilado corte de mangas. Según las indicaciones de su buen profesor debía ir directamente al despacho del director para que éste tomase nota de su falta de atuendo, pero lo que él realmente quería era un aula vacía... Miró a los lados; Nadie a la vista. Sonrió con cierto aire gatuno y se deslizó por el pasillo opuesto al que realmente debería ir.

En lo que hiba saliendo de un pasillo para doblar hacia otro, una gracil figura se cruzo por el pasillo frente a el directo a un punto dijo. Lo unico que pudo notar bien fue su cabellera, algo larga para un hombre, y su buen gusto por la ropa... ¿Era posible que hubiera una mujer en esa academia repleta de hombres? No pudo asegurarlo, ya que aquella figura paso tan rapido frente a el que nisiquiera pudo notar si en ese gracil cuerpo habia un pecho voluptuoso tal y como a el le gustaba.

Penso en llamarle, decirle algo para que se detubiera, pero su instinto le hiso preferir el seguirle sigilosamente. ¿ A donde iria?. ¿ Que buscaba?. En todo su recorrido por la escuela habia sumido que en aquel lugar no habia rastro de aquellas feromonas que le hacian volver loco como buen apreciador de la belleza que era, y esta oportunidad por nada del mundo la dejaria pasar.
Le siguio en silencio largo rato, tratando de pasar desapercibido, escondiendose de vez en cuando si era necesario cuando aquella "chica" que seguia volteaba para mirar detras suyo de reojo. Le acecharia hasta que se detubiera en algun buen punto y ahi, atacaria; Ya no era el ambiente de promiscuidad a su alrededor lo que ahora llamaba su atencion, si no que ahora era esa persona en especial.

Por más miradas que se postraron en él ninguna pareció lo suficientemente interesada en su persona cómo para que alguno de esos se le ocurriese la genial idea de seguirle. Seguramente sus ropas, su manera de andar y su siempre furtiva mirada advertía al resto que él no era un chicle fácil de masticar; Para nada.

Lanzó miradas hacía atrás, pero siempre parecía estar sólo en aquellos pasillos. No obstante y de manera curiosa, se sentía observado, perseguido. Ser el nuevo en ése tipo de escuelas siempre era... Lo peor. Perdido entre la cantidad de pasillos optó simplemente por alejarse lo más posible de la dirección que sabía que debía tomar. Conforme caminaba, las aulas parecían cada vez más adentradas en el olvido y es que, al mirarlas de reojo se podía intuir que allí no habían pasado un paño en tiempo. Alguna de esas seria la destinada.

Abrió de golpe la puerta, de una patada. ¿Cómo iba a tocar con las manos algo de semejante calibre? No, no se llenaría las manos de polvo. Tosió débilmente cuando se alzó la polvera pertinente al rudimentario gesto y procedió a entrar. Al menos allí no estaría rodeado de las miradas expectantes de los alumnos maricas... Por qué allí todos lo eran... ¿No?.

Se mantubo pendiente de los pasos del otro hasta que empezo a darse cuenta que los pasillos ya no eran tan concurridos, cada vez habia menos gente, y las aulas, a medida que hiban avanzando, parecian estar mas y mas vacias y menos cuidadas, de seguro habian llegado al algun lugar en especifico de la escuela donde se encontraban las aulas sin uso, tal vez por falta de profesor o quien vaya a saber su alma porque.

Al detenerse en un punto fijo, se escondio en la pared de el pasillo que conectaba con ese, observando la forma en que abria la puerta. ¿ No era una manera un tanto brusca para una señorita? Pero a medida que se fue acercando a dicha puerta pudo notar el porque de su accion; el tampoco se habria atrevido a tocar una puerta en tal asqueroso estado. Y de echo, si aquella chica no hubiera dejado la puerta abierta tras de si, se hubiera dado media vuelta y hubiera desistido a su plan de seguirle, no arriesgaria el quebrar una de sus preciadas y bien cuidadas uñas por tocar una manilla en tan mal estado, un movimiento malo y !Paf! Adios uña... No, definitivamente no se arriesgaria a eso. Pero no habia de que preocuparse, la puerta estaba abierta ofreciendole amablemente a que se adentra a quella polvorienta sala donde se encontraba a quien que con tanta paciencia acechaba.

No se adentro por completo eso si, apenas ingreso, prefirio mantenerse apollado contra el marco de la puerta con los brazos cruzados, esperando en silencio a que aquella "chica" que aun se mantenia dandole la espalda se volteara y asi, descubrir aquel fino rostro, junto con un par de hermosos pechos bien proporcionados que de seguro harian perfecto juego con aquel gracias juego. O por lo menos... eso era lo que esperaba...

Una vez dentro su mirada dio con la silla que parecía llamarle a aposentarse. La escasa luz que entraba a esa opaca sala de paredes oscuras daba de lleno en la misma, proporcionándole, sólo con verla, la vista de lo que andaba buscando. Un lugar apartado de las miradas inquisidoras del resto. Un sitio dónde reposar sin sentirse cohibido ni amenazado por cuantos habían intentado ya agredirle. Oh, era obvio. Sus miradas llenas de odio eran mal vistas por los niños que tan acaramelados y zalameros se trataban entre sí. Más que una academia, aquel lugar se le presentaba cómo un pequeño y encubierto prostíbulo. ¿Sabrían los padres de todos aquellos lo que consistía realmente el ejercicio físico de sus inocentes polluelos?. Sonrió vagamente sólo de pensar en las expresiones de horror que más de uno pondría; ¿Padres homófonos?. Si pudiese conseguir el teléfono de alguno para comunicarles su ensueño ...

Se dirigió a paso cauto hacia la silla. La madera a sus pies crujía, indicándole con aquello que vigilase. Con los sentidos alerta y procurando en todo momento moverse con cuidado consiguió dar con aquella. Se la quedó mirando y arrugó tenuemente la nariz en claro gesto asqueado; Resultaba ser que estaba tan llena de polvo cómo todo lo que rodeaba el lugar. Suspiró levemente. Daba igual. Se dejó caer de golpe sobre la misma, levantando una nube de polvo que le hizo toser varias veces y en pos de ello, se cubrió la nariz con una mano, evidentemente molesto ante aquello.

Más, cuando por fin abrió sus luceros azules se fijó en que tras la polvera provocada por él mismo, una figura estaba postrada en el marco de la puerta. No distinguió demasiado pero abruptamente un escalofrío le invadió. De ponerse en pie, seguramente las rodillas hubieran fallado el intento, por lo que permaneció en esa silla, viendo a aquello que aun que intentaba, no podía llegar a ver. Lentamente y cómo lo haría un buen sicario profesional introdujo su mano derecha en el lateral derecho de su pantalón y allí sus dedos se enredaron entorno a un pequeño destornillador que traía encima (arma robada, por cierto, del aula de tecnología del centro). Fuera lo que fuese aquello, iba listo si pensaba vérselas con él.

- Cuidado con lo que haces. – Siseó. Su voz era tersa, dulce incluso, pero en su tono dejó entrever el alegato de su amenaza, realmente, no tendría inconveniente en atacar al que allí estaba.

Al ver tal cantidad de polvo levantarse, se llevo como reflejo una mano a la cara, cubriendo su nariz y su boca para evitar toser a causa de este, usando su otra mano para dispersar un poco el polvo a su alrededor, intentando ver a travez de esa nitida cortina aquella figura que ahora, aunque sentada, le daba el frente.

A pesar de que el polvo no dejaba apreciar su cuerpo, se podia notar que en aquel cuerpo no habia presencia alguna de bulto cualquiera sobre su pecho, lo cual descartaba el que fuera una chica, aunque aun asi quedaba una posibilidad de que lo fuera...
Mas rio por lo bajo al escuchar la voz de aquel chico; quedaba totalmente descartada la idea de que este fuera mujer, aunque fisicamente y de rostro podria tener gran parentesco con una. Noto tambien que este escurria la mano a algun bolsillo de su pantalon ¿ Acaso le veia como un pervertido acosador? Bueno, no lo culpaba, cualquiera lo pensaria si le estan siguiendo, pero su apariencia no se rebajaba a la de un tipo de esos, es mas, irradiaba elegancia. Aun asi, no se quedaria atras... llevo la mano tras su espalda, en el borde del pantalon, donde siempre portaba aquel "accesorio" en el cual tenia tan buen manejo; su latigo, pero solo era por si es que aquel chico pensaba arremeter contra el.

Sonrie levemente en lo que se acercaba a aquel chico, sin quitar la mano de su "arma", no era para verse amenazante, era por simple defenza propia. No dijo nada ante la advertencia de este, simplemente se paro, sereno, a pocos metros de este, mirandole con una leve sonrisa. - Se podria saber que hace un alumno como tu en horas de clase...- Miro alrededor, volviendo la mirada al joven. - ¿ En un lugar como este?.- Cuando volvio la mirada a el, aprovecho a mirarle de pies a cabeza, o lo que se permitia mirar en aquella posicion, soltando un leve suspiro. - Definitivamente no eres una chica, que desilucion...- Dijo, sin interes de lo que fuera a pensar o decir aquel chico sobre este, volviendo la vista a su rostro. - Aunque tienes un rostro tan lindo como el de una.- Dijo volviendo a su sonrisa, ahora si, esperaba la respuesta a su pregunta de parte de aquel chico.