Haciendo recuento

Buscaba algunos ejemplares que habían sido prestados y que al parecer habían sido devueltos pero... no lograba saber dónde estaban ubicados exactamente. Habían desaparecido como por arte de magia y estaba casi por asegurar que aquél muchacho tenía algo que ver....

Se apoyó en el canto de una de las mesas centrales, contando con el dedo los vacíos que veía en la estantería que tenía enfrente....

Apoyado en una de las mesas estaba yo. Leia sutilmente algunos ejemplares que habia sacado de un estante.
Me era impresindible leer. El silencio de aquel salon, todo era perfecto, hasta que lo vi...

Quien sera....

Pense para mis adentros mientras me acomodaba los lentes. Haciendo mover mis ojos color sangre. De un lado a otro. Como si intentara agarrar con mis orbes a aquella persona que parecia estar buscando algo en la estanteria.

".... disculpa... Necesitas ayuda?"

Dije algo sonrojado, puesto que la belleza de aquel hombre, me adormesia la mirada. Me empezaba a irritar la sed de sangre que tenia. Su cuello a simple vista me hacia resonar el cuerpo, en simples quejas de lujuria.

Se asustó levemente, ya que estaba demasiado concentrado en sus cosas y ni siquiera se dió cuenta de que había alguien mas allí.

Le miró, primero de reojo y luego aguantando su mirada.

Esos ojos...

- Err... - se encogió de hombros levemente, y chasqueó la lengua - No creo que haga falta, pero muchas gracias. No quiero molestarte en tu tiempo de estudio.

Aunque por otra parte tal vez sí necesitara que me ayudara....

- De todas formas.... ¿Quien eres? - preguntó al muchacho con curiosidad.

Vi su mirada de cerca y no pude evitar sonreirle algo lujurioso. Meintras escuchaba la pregunta de aquel.
Habiendo a evadido ya mis ojos, me enderece para apoyarme en uno de los bancos.

-Em ... Sakisaga... Takahisa. Usted?

Pregunte, algo carismatico, lo cual era muy extraño en mi. Mientars me acomodaba la camisa, desprendiendo un boton, puesto qe en la biblioteca hacia un poco de calor. Y los ojos de aquel. Agatunados, hacian que mi cuerpo deceoso de sangre se calentara aun mas.
Lleve mi mano hacia mi cabello dorado, llevando este hacia atras, para asi dejar de estovarme la mirada del otro.

Observó el vaiven de las caderas del muchacho mientras se apoyaba para estar más cómodo, y le sorprendió el leve calorcillo que latía dentro de él, mas lo obvió apretando los dientes.

No debes pensar en ello..

Entrecerró los ojos al darse cuenta del gesto del chico, ¿estaría buescando guerra?...

- Mmm.. - respondió asintiendo con la cabeza al escuchar su nombre. Dudó por unos segundos, pero también respondió

- Sai Fujiwara - una sonrisa traviesa cruzó su rostro, y dió la espalda al chico para que no se diera cuenta de que le estaba tentando.

Se dirigió a una de las ventanas laterales y la abrió, crujió tétricamente y sonrió para sus adentros, imaginando cuan oscuro podría sonar si lo hubiera escuchado en la noche....

- Uf, aquí empieza a hacer mucho calor... mejor abro la ventana, ¿no? - intentó restarle importancia al asunto, borrando mentalmente la imagen de la camisa a medio abotonar...

-Buenas Sai....sama...

Dije algo modesto mientras me acomodaba los anteojos, dejandolos perfectamente ubicados en mis orbes carmesi, para luego seguirlo con la mirada al parecer "los calores" se le habian subido al hombre de pelo largo.
Movi un poco mis caderas, para asi ubicarme en una posicion, mas comoda. Teniendolo ya a aquel defrente, lleve mis ojos hacia el, buscandolo con la mirada.

-Supongo...Que los calores de esta habitacion son mas propensos de lo normal...

Dije algo lujurioso, meintras mis ojos rojos se abrian de par en par de una forma landina. Podia sentir los pensamientos del joven en mi interior. Y al parecer no era solo yo al que le habian dado "calores" los cuerpos contrarios.
Me sente asi en la mesa, abriendo mis piernas lentamente, disimulando mi estratejia.Puse un codo en mi rodilla y qede mirandolo fijo a la cara.

Suspiré y volví a encararme al muchacho ; seguía en aqyuella posicion casi obscena.

Reí entre dientes y disimuladamente me lamí los labios, y crucé los brazos mientras le aguantaba la mirada, aunque empezaba a ponerme un poco nervioso.

- Es lo único malo que tiene estar encerrado en este lugar ; a veces hace tanto calor que parece el averno... aunque algunas veces no es que sea desagradable.

Ronroneé un poco, y seguí con mis quehaceres tras deviolverle un saludo.

- Entonces, - seguí hablandole - ¿hace mucho que estudias aquí? Diría que no te he visto nunca... por lo menos no enmedio de estos libros -

Miraba al joven sonriente, mientras sentia como mis ojos carmeci se iban oscureciendo levemente.

...no soy nuevo en la intitucion...

Respondi amable, mientras me fregaba un ojo. Estaba cansado de el trabajo de la empresa de mis padres. Ya que siempre tenian problemas y me llamaban para arreglarlos.

Usted trabaja aqui...?

Un leve suspiro salio de mi boca, haciendo notar mis colmillos blancos como la nieve.

- Si, trabajo aquí - rezongué un poco - Soy el bibliotecario. Demasiado mayor para ser un simple estudiante..

Le miré aún mas fíjamente cuando suspiró, porque dejó la boca entreabierta y mostró sus colmillos. Parecían afilados, y eso me hizo recordar aquellas viejas leyendas sobre seres oscuros amantes de la noche.

Mmm.... ¿qué tal si me mordieras? - pensé

- ¿Está cansado? - ví cómo se frotaba los ojos. ¿aburrimiento o sueño? - Tal vez debería salir un poco a airearse... Tiene los ojos rojos....

Achiqué los ojos para fijarme mas en su mirada.

Qué curioso... realmente parecen ser de sangre

-mmm....ambas....-

Respondi mientras sonreia, al ver que estaba fastidiado por mi confucion con un estudiante, para luego dirijiri mis ojos carmesi oscuros a aquel, mirando los suyos filosos como gato en miser. Recordando que la ultima vez que alguien me miro asi, habia tomado la mitad de su sangre, haciendo que esta se cambie por el liqido dulce qe dejan mis colmillos, ya que al ser un sangre pura de una familia peligrosa, mis colmillos no eran normales, sino que eran un lujo para cualquiera, puesto que la excitacion que daban era sobre humana. Y hacia que todas las personas recaigan en una lujuria.

-Le pasa algo...?

Pregunte sonriendo de lado, como si estuviera leyendo su mente. Realmente aquel hombre era apetitoso, su cabello largo hacia extremeser mi sangre y la potencia de mis ojos que se oscurecian cada ves mas.

- Me perturban sus ojos... - dije casi en un susurro - son extraños, parecen.. de otro mundo...

Me ruboricé un poco al escucharme a mí mismo decir eso. Parecía un loco.

- Lo siento, son elucubraciones mías. Es el calor que me está abotargando y casi que creo podría hacerme ver visiones.. - me estremecí ligeramente - parezco un loco, ¿verdad?

Le sonreí sibilinamente, y me aclaré la garganta en espera a decir algo más contundente...

Te vas a meter en problemas....

Pero te va a gustar... - la voz de mi conciencia estaba martilleandome, convenciendome de dejarme llevar por la lujuria que estaba emponzoñando mi cuerpo.

Lleve mi cuerpo hacia el hombre mientras escuchaba sus palabras "ojos de otro mundo" pensé, mientras acomodaba nuevamente mis lentes, para luego apoyar mis manos al lado de su hombro, en la pared, para comenzar a acorralarlo contra mi cuerpo, aunque dejando, por ahora, espacio suficiente entre ellos.Pasé mis labios por su cuello levemente, rosandolo como una suave pluma para subir a su oido, dejando sasiar mi nariz por alli, para rozar mis labios cuantitativamente.

-Le atraen mis ojos Fujiwara...sama~?

Dije en susurro dejando que mis ojos se vuelvan cobres y carmesi al mismo tiempo, en una comvinacion extraña, que iba a durar hasta que la sed de sangre sacie mi cuerpo.

-Por que a mi me atrae toda su existencia...

Dije mientras mi respiracion se ajitaba cada ves mas, el olor de la sangre de aquel hacia que mi cuerpo se excite, provocando que mis colmillos salgan hacia afuera, cada ves un poco mas.

- Si.... sus ojos son.. - me sentí un poco mareado, tal vez por la impresion que me producia el muchacho.

Le miré fíjamente, sus ojos aun se clavaban más en mí y sentía que me obligaba, por así decirlo, a caer en sus redes.

Le noté sin saber ni cómo muy cerca de mí, y sus labios rozando mi piel.

- ¿Acaso quieres morder mi cuello? - dije al momento de sentirle... - ¿O estas jugando a ser vampiro?

Me agité a su lado y deslicé mi cuerpo hacia atrás, procurando dejar una distancia algo mas amplia de la que él había procurado.

Estas en el colegio, dentro, no puedes dejar que te encuentren con él en esa situacion.... Aunque da morbo...

Ronroneé un poco esperando lo que me dijera.

- ¿Mi existencia?.. ¿A qué se refiere?

Olia su piel de manera lujuriosa mientras mis manos se apretaban, procurando no hacerle nada en esa situacion, aunque el olor a sangre y el ver el cuerpo de aquel fragil entre mis brazos, me daba mas cavida a que mis ojos qieran penetrarle salvajemente.

-tal vez... tal vez no...

Ladee entre susurros acorralados, hasta sentir como su cuerpo se separaba lijeramente de mi. Molesto me acerque mas, soplando su cuello lentamente, subiendo hacia su oido el cual mira lujurioso, para luego de unos segundos lamerlo.

-no se preocupe... No quiero lastimarlo...

Pase mi nariz por su oido, respirando fuertemente alli, para luego dran un suspiro de derrota.

-Me consederia una tarde...?

Pregunte desquiciado, mirandolo a los ojos, mostrandole mis ojos entre carmesi, negros y lilas, que se iban cambiando, haciendo una galaxia en mis orbes vampiricos.

- ¿No cree que se está tomando demasiadas libertades? - le enfrenté, algo molesto por cómo me hacía sentir... ya que parecía casi un pelele en sus manos.

Por otra parte, su espíritu me atraía poderosamente.. o tal vez eran solo aquellos ojos con los que me hipnotizaba.

Me llevarás por el camino del Diablo, ¿verdad?

Sonreí ladinamente.

- ¿No te importa que sea algo mas mayor que tú y que trabaje en esta escuela? ¿Acaso no te infundo nada de respeto? - pasé a tutearle, ladeando un poco el cuello para dejarselo ver mejor.

¿Quieres morderlo, verdad?

Sopesé la invitacion del muchacho.

Si bien no estaba bien visto que un miembro de la escuela se viera con un alumno... sabía a ciencia cierta que las normas que pudieran haber sobre ese tipo de relaciones se obviaban totalmente.

Y aquello me excitaba.

Suspiré, y lamí mis labios en un gesto involuntario.

- Está bien.... te concedo una tarde. Pero dime, ¿qué es lo que quieres hacer... conmigo?

Observaba sus acciones un tanto reprimido, mientras le sonreia landinamente, escuchando atento las solicitudes del mayor., como si fuera a "cumplirlas" aunque estaba bien claro que no lo haria. Apoye mi codo en la pared, mientras lo ignoraba un poco, acomodandome los lentes nuevamente.

-Asi que eres muy mayor...

Dije relamiendome los labios, mirando de cerca el peli largo, sintiendo como la sangre de su cuello me provocaba mas, al estar descubierta.
Tome su nuca con mi mano libre y acerque su cara a la mia. dejandolas enfrentadas totalmente, no pude evitar rozar mi nariz con su mejilla.

-... Es muy lindo Fujiwara-sama...

Dije sin rodeos acercandome mas a el, aplastandolo contra mi cuerpo, apenas dejandolo respirar. Sintiendo como su respiracion se hacia mas fuerte y como mi cuerpo iba deceando mas el de él.
Al sentir la respuesta positiva, pase a emerger una sonrisa lujuriosa en mi cara, entre jugetona y eficas, mientras escuchaba aquella pregunta, me sorprendi, pero al mismo tiempo me exsalte aun mas, pensando ya en lo que iba a hacerle.

-Solo quiero tenerlo cerca, no le gustaria conocerme...

Indague, tocandole la mejilla con uno de mis dedos, mientras que observaba sus acciones con ansias. Aquel cuerpo sumiso entre mis brazos me daba deceos de hacerlo mio en ese momento.

Lo siento...

Pense mientras hacercaba mi cara a la suya, y le robaba un casto beso, que luego siguio por su cuello y la piel que estaba sumisa y escondida entre su cuello y su menton.

-Venga conmigo...

- No -

Le dí un empujón con mis manos, sorprendido porque realmente le estuviera usando de aquella forma.

- ¿Acaso crees que todo puede ser tan sencillo? - arqueé una ceja - ¿No quieres jugar?

Y conseguí deshacerme del embrujo de sus ojos, aunque mi piel ardía aún por las caricias y el roce de sus labios ardientes.

Me zafé de él y dí un rodeo para plantarme en una de las aristas de la mesa, y me apoyé, mirandole de reojo.

- Eres un seductor - reí alborozado - pero aún tienes que hacer algo más para poder tenerme..

Sorprendido lo mire fijamenten a los ojos, hasta sentir como se zafaba de mi agarre, empujandome algo brusco, lo que causo que mis ojos se entre cerraran, dajando a la vista que aquello habia molestado.

-... jugar...?

Pregunte indagado por sus palabras. Mientras me acomodaba los anteojos, que se habain movido por el empujon.

-....

Lo vi escabullirse habilmente de mis brazos llendo hacia la punta de la mesa mas cercana, apoyandoce para mirarme algo extraño. Parecia estar entre abrumado, molesto y seducido. Realmente era un persona extraña, una que me atraia cada ves mas, haciendome decearlo cada ves mas. Mi cuerpo queria acosarlo en ese momento, besarlo y penetrarlo en ese mismo momento, pero me propuce hacer algo mas.

Mi sonria se entre puso en el medio de mi cara, por aquella palabra "seductor", habia pegado justo en el blanco, era un seductor, uno que ese enamoraba rapidamente, cuando caia en situaciones complicadas como aquellas.

-Que mas debo hacer Fujiwara-sama...

Pregunte apoyando uno de mis brazos, como abrazandome a mi mismo, mientras que la otra mano la llevaba a mi nuca. Para asi contenerme de mis deceos lujuriosos. Camine hacia el, entre lento y alarmado, para llevar mi mano a su mejilla, acariciandola lentamente, para luego apoyar mi frente en la suya, escuchandolo atento.

-Que deberia hacer...?

En un impulso, le mordisqueé los labios. Muy suavemente, sintiendo su respiración y dejandome atrapar por la fragancia que su cuerpo exhumaba.

Me alejé de nuevo y sonreí alborozado.

- No intentes apenarme con esa conducta ; no eres un cachorro ni estas indefenso, y sabes muy bien lo que quiero... -

Me pegué un poco mas a él, frotando mi pelvis muy suavemente, como en un ademan descuidado, pero sin dejar de mirar sus parpados cerrados ; estaba seguro de que sabía que le estaba mirando fíjamente.

Mi cuerpo estaba en tension, y por lo menos creí notar que él tambien lo estaba.

Me acerqué de nuevo hacia él, exhalando en un suspiro aire cálido en su oreja y cuello, y me separé de nuevo para rodearle y apretarme contra su espalda.

Estaba tentado de empotrarle contra la mesa..

Bueno, ¿y porqué no?

Miré con los ojos entornados, pero en aquella sala no había nadie. Y de hecho, casi nunca había vida humana allí, salvo en contadas y muy raras excepciones.

Mis manos empezaron a divagar por su cadera... mientras mi respiracion se volvía algo mas agitada.

Senti como sus labios mordian los mios, pasandome algo de su esencia a mi cuerpo, componiendome totalmente en lujuria y seduccion que se iban incrementando por el libre pase de su pelpis contra la mia. Solo el sentir su cuerpo apegado a mi, me daba la sensatez de que este no queria esperar a otro lugar.

-Claro... lo se...

Le adverti acorralandolo un poco contra la mesa, mientras mis ojos entre cerrados y mas cerrados se lubricaban de la escencia roja que propagaban mis ojos.
Me sorprendio el verlo cerca de mi cuello, adentrandoce en un suspiro largo y seductor que proclamaba pasion y lujuria.

-Que hace...

Pregunte un tanto exhaltado y tensionado, al ver que iba contra mi espalda, tocandome suavemnte, casi rasgandome y apenas rozandome.
Sonrei lujuriosamente al ver y sentir sus movimientos, realmente piensa que puede ser activo en esta situacion?
Reclame para mi mismo, dejandolo unos intantes para que haga lo que quiera hasta sentir como su mano se hacercaba a mi pecho. Posicion perfecta para poder agarrarle.

-Oiga Fujiwara-sama... no se intente propasar...

Adverti nuevamente atrayendolo hacia mi, para apoyarlo sobre la mesa, dejandolo sentado con las piernas entre abiertas.

-No soy un niño...

Recalque mientras me hacercaba a su boca lentamente, mandando a una de mis manos a sostener las dos de el. Pasandolas por su espalda y manteniendolas apretadas firmemente. Para asi con la otra mano atraer su cuerpo a mi pecho, de manera tal que sus piernas se vieran inmoviles.
Pase mi boca por su pecho y fui subiendo hasta llegar a su cuello el cual saboree un poco, mostrando como mis ojos cambiaban drasticamente, para luego iy a su oreja y morderla la suficienta para dejar salir un jadeo del contrario.

-Digame... Quiere esperar a que lo lleve a mi habitacion?

Le pregunte descarado sin dejarlo mover, puesto que mi fuerza era sobrehumana.