Después de clases...

Un largo día de clases había concluido. El aula estaba vacia, solo Kein se encontraba allí. Estaba de espaldas a la puerta con los brazos apoyado en el marco de la ventana, observaba el ocaso, a esas horas todo tomaba un color dorado verdaderamente hermoso, pero el bello paisaje no le ayudaba con su pena. ¿Como pensar en alguien más que no fuese él? Aún lo extrañaba y no sabía cuanto tiempo más podía vivir alejado de su amor, pero él ya no le correspondía, así que no había caso. Sin importantar cuando llorar o le rogara su amado no volveria a su lado, ahora él tenía otra persona a la que amaba más. Al pensar en eso lagrimas corrienron por las mejillas de Kein, tenía la vista puesta al frente pero en verdad no estaba mirando nada, nisiquiera el sol ponerse.

Ya estaba cansado de llorar, pensaba que ya no tenía más lagrimas para derramar pero por lo visto se equivocaba. Aunque lo pensara una y otra ves no comprendía el porque, ¿Porque su novio le había dejado por aquel muchacho que lo había abantonado? Si sabía lo que se sentía no debia hacercelo a Kein. A pesar de todo no estaba molesto con su amor, solo dolido ¿Pero eso no era mucho peor?.
Estaba más que perdido en sus pensamientos pero devuelto a la realidad cuando escucho el ruido de una silla arrastrandose. De inmediato Kein se volteo encontrandose con un muchacho de ojos azules...
Ante las disculpas del joven no dijo nada, solo se le quedo mirando a los ojos, esos ojos le recordaban a ex-novio.
-No es...- "molestia" quizo decir, pero no logro terminar, solo bajo la mirada cubriendo sus ojos rojos con su plequillo limpiando sus lagrimas con el puño de su camisa.

¿Como podía seguir viviendo de esa forma? No podía, odia solo pensar que su amado estaba besando, abrazando, acariciando a otro muchacho que no fuese él. "Ya basta" Se dijo a si mismo.
Al escuchar la tonta pregunta del muchacho solo sonrio de lado y asistio tontamente con la cabeza teniendo sus ojos aun cubiertos por su pelo.

Se quedo allí parado, aunque solo por unos segundos, observando los movientos que hacia el rubio, no parecía tener intención de marcharse. ¿Tal vez deseaba algo?.
Kein volvio a limpiar sus ojos con su puño para después despejarse la vista y acercarse a donde estaba aquel joven.
-Perdon...- Dijo mirando a la cara, por como estaba se notaba que Kein llevaba mucho tiempo ya llorando, mejillas rojas y maltratadas y sus ojos lloroso y entrecerrados. -¿Necesitas algo?- Pregunto al joven sonriendole, aunque algo forsado.

Aquel chico era realmente lindo y amable, lastima que sus palabras no le servian de mucho, aquel dolor tardaría su tiempo en sanar.
-Gracias- Fue lo unico que pudo decir, de ves en cuando era bueno hablar con alguien aproximadamente de su edad.
Kein volvio a limpiar las lagrimas con su puño, estaba dispuesto a no llorar más, pero el sentimiento de ganaba, de todos modos seguramente no tenía muchas lagrimas más para derramar.
-De verdad gracias, pero no te preocupes. Yo estare bien- Respondió al joven. Kein prefería ya de una ves olvidar el asunto, él era alguien muy reservado e introvertido por lo tanto no solía contar sus problemas a nadie.

Se quedo cayado unos segundos mirando por la ventana el lindo paisaje de afuera, pero en esa situación incluso el mismo paraiso le llegaría a parecer gris.
-A si que estas perdido. ¿Necesitas ayuda?- Preguntó mirando los ojos azules del muchacho, nunca antes lo había visto en la academia, así que suponia que era nuevo, con razon estaba perdido.