Despedida TOT

Intentaba ignorar las llamadas y los mesajes de Shinichi ya que había enterado de la cruel realidad. Unicamente no queria verle ni hablarle porque no queria llegar al final... Aun lo amaba con locura, apesar de todo. Pero no podía ser tan cruel y retenerle de esa forma. Finalmente despues de mucho pensarlo se dispuso a buscar a su novio por lo menos para darle su ultimo abrazos.
No tardo mucho minutos en hayarlo, por algun motivo sabía en donde estaría.

-Shinichi...- Susurro apareciendose por de tras de su novio, llamandole como siempre le hacia.

Se quedo observando los ojos de su novio por unos momentos, sabía que esa ves no sería como otras, no habría abrazos ni besos.
-Si- Dijo correspondiendo como a todo lo que su novio le pedía, nunca, sin importar que podía negarsle.
Como siempre con su actitud de buen niño ovedecio y se sento junto a Shinichi, atreviendo a levantar un poco la mirada para verlo.
-Adelante, puedes decirmelo- Dijo llenandose sus ojos de lagrimas. -No me cras idiota, soy el vicedirector- Bromeo sonriendo ligeramente derramando algunas lagrimas. Desaba con todas sus fuerzas que eso fuese mentira, pero de antemano conocia la verdad.

Queria abrazarlo y apretarle con fuerza para nunca soltarle, pero amaba demasiado a su novio como para ser tan egoista y retenerle a su lado sabiendo que allí no era feliz, que en realidad él ahora deseaba a otra persona y Kein por más extraño que llegara a parecer lo comprendía y no solo eso, sino que también lo aceptaba.
-¿Y que podría pasarme?- Pregunto mientras el mayor limpiaba sus lagrimas, lo que no daba mucho resultado ya que pronto volvian a surgir otras.
De un golpe el pecho se le cerro y su corazón comenzo a latir fuerte, pero no eran esos latidos de amor que siempre sentía, estos le hacian dolor el pecho y hacian que sus ojos se llenaran de lagrimas.

En esa ocacion sus mejillas estaban rojas, como solia ser cuando estaba cerca de su novio ya que este siempre le hacia algo para probocar esa reaccion en el, pero esa ves no era así, simplemente estaban rojas por el llanto.
Guardo silencia mientras le escucha y recivia esas caricias en sus mejillas.
-Tonto...- Susurro mirando esos azules y sonriendole, apesar de estar en ese estado aun tenia sonrisas para su novio.
Sabía que eso no era cierto, por lo menos no del todo, si ese era el problema con mayor motivo su Shinichi debia estar a su lado para cuidarle.
-Esta bien- Dijo aceptando sus palabras apesar de conocer la verdadera verdad. Tomo la mano de su novio entre las suyas apoyandola en su pecho. Kein lo sabía, pero no queria escucharlo, no quería oirlo por lo menos de los labios de su novio, de su amado y su adoracho Shinichi Kudo.

Estaria bien si solo escuchaba es parte, aunque no fuese toda verdad se obligaria a creercela si era necesarió. En esos momentos no tenía nada en la mente, solo que amaba a su novio y aunque lo perdiera lo seguiria amando como él primer día en que estuvieron juntos.
-Esta bien- Volvio a decir al escuchar las disculpas de su Shinichi. en ese momento su alma al igual que su carazón se quebraron mientras acariciaba las manos de su amado.
Le abrazo con fuerza sintiendo su calor, su olor y su tacto terminando por quebrarse en sus brazos. -¡No! ¡Claro que no! ¡No esta bien!- Dijo expresando todo su dolor en lagrimas y en palabras desesperadas aferrandose a sus ropas con fuerzas como siempre solia hacer cuando no queria soltarle, cuando no queria separarse de él, cuando lo unico que deseaba era abrazarlo por siempre.

Como siempre el cuerpo de su novio tenia ese reconfortante calor y aroma. No lo soltaría, ya no lo haría, deberia ser de la manera más dura y cruel, por la fuerza. Moriria, definiticamente moriria sin su Shinichi a su lado ¿Como soportaria despertar cada mañana y no encontrarle? ¿Como soportaria vivir sin sus besos sin sus abrazos? ¿Sin su calor? O aun más importante ¿Sin su amor?.

-No, no digas eso. No lo pienses ni por un segundo. Yo...- Hizo una pausa apoyando la cabeza en el pecho de su mayor escuchando los latidos de su corazón, como siempre lo hacia -Yo te amo y siempre voy a hacerlo- Dijo pudiendo concluir con su frase con una voz totalmente quebrada y lagrimas de desesperación que corrian por sus mejillas.
-Perdon.- Susurro porque por más que lo intentara no podía detener aquel llanto, no podía contener aquellas lagrimas ni aquel dolor en su pecho.

Deseaba detener el tiempo y volver uno cuantos días atras, solo para poder revocar el permiso de aquella persona que ahora los separaba. Se arrepentia enormente de volverle a haber dado la admision a la escuela. ¿Por que? Si todo era tan perfecto...

Su Shinichi sin importar que por alguna razon siempre lograba calmarlo cuando estaba en sus brazos, pero esa ves era diferente, ese era el problema estar en sus brazos dolia mucho pero no se cepararia de él.

-Lo se pero...- Dijo haciendo nuevamente una pausa entre lagrimas. -Ya no sera como antes. Ya no sentire tus besos, tus caricias, tu calor ni tu aroma al dormir- Con todo el atrevimiento del mundo ozo levantar la mirada y observar los ojos de su novio. -...Yo ya no podre vivir sin eso- Confeso para después volver a ser abrazado, Kein correspondio apoyando sus labios en la mejilla del mayor dando un cariñoso beso acurrucandose en su pecho otra ves con rapides.

-¿Tambien me amas, verdad?- al escuchar su corazón latir y al sentir esas caricias en el cabello lo supo, aun así quería escucharlo salir por ultima vez de los labios de su Shinichi.

Solo podía aguardar entre los brazos de su novio, volver el tiempo solo era una fantacia y las fantacias nunca se hacian relidad.
Kein solto un suspiro el cual se llevo lo ultimo de su alegria y felicidad. ¿Realmente ese era el final? Nada resulto como lo imagino, penso que tendria la oportunidad de luchar por el amor de su Shinichi, pero todo ocurrio tan rapido que ya lo había perdido.
-Esta ves no sera como las otras- Dijo mirando los ojos de su novio, quizo besarlo, pero a eso no se atrevio. No sabía si podria alejarse de su amor despues de eso, aunque ya estaba decidido a no soltarle.

Lo sabia, lo sabia mejor que nadie, su Shinichi aun lo amaba y estaba seguro que al igual que él lo seguiría haciendo. Disfrutar de los ultimos besos y abrazos de su novio era lo unico que le quedaba.

-Shinichi... Solo dime...- Dijo ceparandose de los brazos de su novio, solo por unos momentos, para tomar las mejillas del ojiazules entre sus manos y hacer que le mirar a los ojos sin tener opcionde escaparse. -Solo dime que no fui un remplazo. Que no fue la segunda opción y que nada de lo que dijiste fue mentira- Pidió algo de compación a su novio, no, a su ex-novio.

Esa ves fue firme y a pesar de costarle se quedo mirando los hermoso ojos azules de su amado.
No lo comprendía, ¿En que había fallado? Creyo estar haciendo las cosas bien, nunca se equivoco, siempre le había sido fiel y entregado todo su amor incondicionalmente. Quizas el simple error fue enamorarse de él...

Mientras escuchana a su amor lagrimas corrian por sus mejillas ¿Era mentira? Entonces, entonces...
-¿Entonces porque?- Pregunto rompiendo en llanto nuevamente. No lo comprendía y quizás nunca lo haría.

Kein se inclino hacia adelante poyando su frente en el pecho de su novio, dejando caer su flequillo de tal forma que cubria sus ojos, sus hombros temblaban y las lagrimas no paraban.
-¿...Es que ya de aburriste de mi? ¿O es que no soy sufiente para ti? ¿Que hice mal Shinichi? Yo...- Hizo una pausa levantando su mano y volviendo a apretar su chaqueta con fuerza. -...Yo puedo cambiarlo. Si es por el trabajo puedo dejarlo- Preferia creer eso a que su novio ya se había aburrido de él. Era patetico, estaba rogando, pero era unicamente que no queria perder a su amado Shinichi Kudo. Lo queria a su lado. Y ya no podría vivir sabiendo que estaba a lado de otro muchacho cuando debía estar con él.

Se preguntaba hasta donde podía llegar. Ya no lo toleraba más. Ya no quería escuchar más mentiras.
Al sentir como le rodeo con los brazos lo separo de él de un empujon, aunque sea Kein quien le había pedido el abrazo. Le miro de tal forma que no lo había hecho nunca ¿Dolor o odio?
-¡Mentiroso! ¡Deja de decir mentiras! Si me amaras como dices no me dejarias. Si me amaras como dices no me harias sentir este dolor. Si solo me quisieses un poco no hubiese jugado conmigo...- Calló al no poder continuar- ¡Farsante! - Tubo fuerzas de gritarle.
Una ves más se había enamorado de un mentiroso, de alguien que solo jugo con sus sentimientos para después arrojarselos en el rostro. Solo fue un muñeco.

Todo era mentira, él mentiroso era él, engañarse a si mismo era su unica autodefensa, sino lo hacia no lo soportaría. Aún así en su interior sabía y comprendía los verdaderos sentimientos de Shinichi, pero si debía dejarlo ir tenía que empezar por soltarlo... Shinichi no sería feliz a su lado.
No quizo escucharlo y no lo hizo, apreto los ojos y los puños con fuerza bloqueardose a si mismo, para que en esos momentos nada pasara atra vez de él.
Al abrir sus ojos Shinichi ya no estaba con él, se marchaba. Solo podía apresiar la fijura de su espalda alejandose cada vez más y más de él.
-Shinichi...- Susurro viendole marchar, mordiendo su labio inferior y con lagrimas recorriendo sus mejillas. Quería levantarse e ir detras de él, abrazarle por detras y no dejarle ir. Que se quedara con él ¿Por que debia irse?
No puedo hacer nada o más bien no debió hacer nada, debia dejarlo ir...
Se dejo caer sobre el banco, ya no podia verle, pero tampoco quería levantar la mirada y que ya no estuviese allí.
-¡Shinichi!- Dijo con fuerzas "Te amo" Penso, pero ya era tarde, se hizo odiar con su novio y ese era el adios.

Era un idiota, estaba dejando que el amor de su vida se fuera, se marchara delante de sus ojos y él no hacer nada. Solo se dejo caer sobre el banco quedando boca abajo, lagrimas corriendo sin consuelo por sus mejillas, intentaba contenerse, debía... Debía dejar ser feliz a su Shinichi, a pesar de amorlo con su vida y quererlo siempre a su lado.
Se arrepentía con todo el corazón de esa ultimas y crueles palabras que le dijo a el ojiazules, sabía mejor que nadie que nada de eso era verdad, su Shinichi no era un mentirso ni un farsante que había jugado con él. Eso era amor y no menos.
Al levantar la vista y ver que su Shinichi ya no estaba más allí grito por su nombre con fuerza. ¿Qué sucedió? ¿Cómo paso eso?.
-Shinichi... Shinichi- Siguió repitiendo, aunque en un tono más bajo, soltando fuertes gemidos de dolor, apretando con fuerza sus puños volviendo a esconder su rostro solo para él mismo, continuando con su dolor y lagrimas.

Estaba solo otra vez, sin su amado Shinichi él no era nadie. No podía vivir sin él, no sobreviviria sin él. Lo necesitaba. Lo necesitaba más que a nadie en el mundo. En ese instante algo reacciono en él ¿Qué estaba por hacer?. Sin importar que, sin importar que estuviese siendo egoista, sin importar que el amor de su Shinichi no le correspondiese, sin importar que eso fuera un error no iba a dejarlo ir. No de esa forma.
Con ayuda de los brazos se levanto de un golpe del banco dejando algunas lagrimas en su camino, pero no hizo falta ir a buscarle... Él estaba allí.
-Shinichi...- Susurro al verle, abrio los ojos grandes, creyo que había ido.
Kein se le quedo mirando atonito, ninguna palabra salia de su boca sino otra que no sea su nombre. Con lagrimas aún en sus ojos se le quedo mirando viendo como volvia a sentarse a su lado.

Esas simples y bellas palabras de amor lo hieron llorar aun más, pero esa ves era de alegria, de felicidad por que su Shinichi estaba a su lado.
-Y yo a ti..- Llego a susurrar antes de juntar sus labios en una apasionado beso. Paso los brazos al rededor del cuello de su amado, enrredando sus dedos en sus cabellos castaños, presionando sus labios contra los de él, juntando no solo sus cuerpos sino también sus corazones.
No iba a dejarlo ir nunca más.